¿Quién podría pensar que los dispositivos legislativos y administrativos recientemmente establecidos por el Estado francés violan los principios de la convención europea de los derechos humanos ?
Tal situación es inconcebible en una democracia, inconcebible en el “país de los derechos humanos”, y eso es quizás lo que le ha permitido no atraer la atención.
Esa es la razón por la cual queremos alertar a los que, en Europa, están vinculados a los grandes principios de las libertades y de los derechos humanos.